sábado, 31 de diciembre de 2011

Ciprés




Es pronto para salir a pasear si estás de vacaciones. Me cruzo, apenas dejo mi portal, con un amigo y cuando me pregunta dónde voy, sin mentirle, no le contesto toda la verdad, le digo que necesito andar para deshacer los excesos de estos días navideños, luego recapacito, podría haberle contestado la verdad.  - Busco una nube para escribir un haiku y participar en un kukai. ¿Cómo suena?, ¿tú serías capaz de decirlo?. En ocasiones si dices la verdad te ves abocado a explicar parte de tu vida, qué no necesitas .Así empezó la mañana, dándole vueltas a esas pequeñas cosas que disimulamos.
 En apenas cinco minutos tomo el paseo de la carretera de Murcia y me distraigo con el fruto de invierno que cuelga de las ramas de  un cinamomo, le tiro varias  fotos y  sigo en busca de la inspiración, levanto la cabeza con esperanza  y contemplo como el cielo está pintado en azul, ¡completamente azul !, un azul soso, sin matices y sobre todo, sin nubes. Busco en todos los puntos cardinales, con detenimiento - un señor que pasa a mi lado también mira para arriba  y luego hacia mi de reojo y con  desconfianza - no vemos ni pájaros, ni aviones, ni nada. Cada uno sigue unos pasos. Tomo un camino que nace en la AB-20 y al kilómetro, más o menos, noto olor a quemado, me paro para averiguar de dónde proviene,busco humo, primero a mi alrededor luego extendiendo la mirada, al fin en un ciprés, a mi derecha, que parecía otoñado y ocre, lo que de verdad está es abrasado, con sus pequeñas piñas caídas en el suelo, a otro de al lado le sucede igual, incluso más,  parece mordisqueado por el fuego como un lapicero infantil. Levanto la mirada, el cielo sigue igual, se puede ver Chinchilla,  el horizonte se ve cubierto, pero no se aprecian nubes individuales e inspiradoras, el norte continúa raso.
Me siento sobre una piedra y saco la libreta para recordar el carbón que invade al tronco, el verdor de algunas hojas que pelean por vivir y unas cabezas de ajos  - que no sé qué pintan ahí -.

aún huele a humo
la piña del ciprés.
paseo sin nubes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario